De esta brutal carrera no tengo registros de tiempos ni de altimetría por varias razones. La principal, que salimos de Quito hacia Ibarra apurados y dejé el cargador del celular en la Libia, las zapatillas y por poco el casco. Otra, que el día anterior nos quedamos tomando «unas» cervezas con Diego Esparza, Carlos DeJanon y el Otto hasta tempranito (5 de la mañana) y nos despertamos sobre la hora, sin transporte que nos llevara hasta el punto de inicio de la carrera, por lo que ni empaqué el descargado celular en la maleta. Solo El Positivo, después de despertarlo, se apuntó a acercarnos a la partida de la carrera a toda marcha en su camioneta. Luego de alrededor de 30 minutos a ritmo acelerado por decir lo menos, llegamos al punto de partida unos 20 minutos antes de la largada. Mientras buscábamos transporte, un encebollado me hizo caer en cuenta que me dirigía a un Avalancha en el peor de los estados.
Como se podrán imaginar, mi carrera no fue la mejor dadas las condiciones físicas en las que estaba por el licor y el trasnocho, (y para rematar sin clips). Como decimos cuando no quedamos de nada: lo importante fue participar y disfrutar de la bajada y sobre todo, llegar en una sola pieza a pesar de las caídas y los raspones, como lo dije en mi debut en la TV:
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